Efectos adversos… ¿o no?

El uso de la marihuana medicinal siempre es controvertido, al menos fuera de los Estados Unidos, donde aunque no es práctica generalizada, sí está más extendido y son muchos los médicos que lo prescriben para tratar dolencias como el glaucoma, o para paliar los síntomas de la esclerosis, algunos tipos de cáncer o la fibromialgia. Bien sea por no saber si funciona, si es legal, o si los efectos secundarios son peores que la enfermedad, muchos son reacios a su uso o a plantearse siquiera esta alternativa. En cuanto  a los escollos legales, pueden ser grandes en muchos países europeos y no pocos estados de los Estados Unidos, pero en lo que se refiere a los efectos nocivos que pueden ir asociados a esta alternativa, el panorama va cambiando poco a poco. Recientemente ha aparecido un estudio de la Universidad de Calgary en el que se afirma que el consumo de cannabis no está asociado a la aparición de psicosis, en contra de la creencia generalizada de que un consumo de marihuana en momentos o en personas especialmente sensibles puede desatar un brote psicótico.

En cambio, Jean Addington, la investigadora y autora, afirma que “los resultados revelan que el  uso de alcohol, pero no el consumo de cannabis ni el consumo de tabaco como referencia, contribuyen a la predicción de psicosis en la muestra clínica de alto riesgo”.

Una vez más, el alcohol, una droga blanda infinitamente más aceptada socialmente que el cannabis, parece tener efectos más perniciosos que la que lleva la fama. Esta información es importante, porque parece que cada vez más estudios confirman los beneficios indudables de esta sustancia, y muchos usuarios potenciales pueden sentirse inseguros por la leyenda negra que acompaña a la marihuana. Nadie querría sentir menos dolor de espalda si la alternativa es un brote psicótico, claro que basta asomarse a los efectos secundarios de algunas de nuestras medicinas tradicionales para echarse a temblar. Sean bienvenidos todos los estudios que arrojen luz sobre nuevas alternativas al tratamiento del dolor.